9 de enero de 2016

A MAZCATOS (ALCATRAZ) POR EL MUSEL (GIJON)

Que pasa gente!! Pues aquí estamos de nuevo!
Si algo raro nos ha deparado este otoño e invierno tan atípicos en lo metereológico es que he visto a un gallego quejarse por televisión de que no llovía en Galicia... Sorprendente. En cuánto al tema "pajaril" que nos ocupa, estas anormales temperaturas se traducen en que los bichos que habitualmente nos visitan en este periodo invernal, en esta ocasión se ve que hasta el momento no han tenido la necesidad de gastar energía en realizar grandes viajes para huir del frío, para buscar calor y alimento en nuestro "terracho". Cualquiera que se de una vuelta puede observar esto: la ausencia de aves. 
El día de Reyes coincidiendo con el remate final de fiestas y fastos navideños a sabiendas de que uno de los escasos temporales vividos hasta la fecha estaba dando de lleno a nuestras costas me fui hasta el cercano puerto del Musel con la intención de ver qué especies habían encontrado refugio en las aguas interiores del puerto. 
Siempre que llegan los temporales los puertos, playas y ensenadas suelen ser un magnífico lugar en el que observar aves que hacen escala para recuperar fuerzas y alimentarse, más cuando las condiciones de la mar no permiten otra cosa.
Hasta el momento el número de ejemplares y su variedad eran para echarse a llorar esta temporada pues casi ver una gaviota este invierno se ha convertido en una proeza y a servidor ya le ha dado hasta por contar palomas...
Lugares y espacios en los que años atrás lo cotidiano era averiguar cuántos cientos de aves de tal especie descansaban, qué rarezas podríamos encontrarnos entre ellas o simplemente entretenerse en leer anillas para averiguar la procedencia (a veces sorprendente) de los bichos que observabas etc. se convertían en la tónica habitual de los fríos días de invierno.
En mi anterior visita al Puerto una semana antes la cosa había sido tan pobre que me contenté con mirar para los Gaviones invernantes en los mismos sitios dónde ,cómo digo, años atrás mirábamos por ejemplo para las Gaviotas polares, Hiperbóreas, Pardelas, Colimbos o Zampullines...
O incluso con un poco de suerte, se podía ver alguna foca....
En cambio en la visita del día de Reyes ya iba con la idea de que algo más se podría ver en esta ocasión, más cuando el listón no parecía muy alto visto lo visto días atrás. Nada más llegar lo primero que me llamó la atención fue encontrarme con los Alcatraces (Morus bassanus) dentro del puerto posados en el agua a lo "pato" entre los barcos de pesca amarrados. 
No es que esto sea un hecho excepcional puesto que yo recuerde hace un par de años también tuve la oportunidad de presenciar el mismo espectáculo y desde el mismo sitio. Con la novedad de que en esta ocasión el número de ejemplares y la variedad de plumajes que ante nuestros ojos tuviéramos a casi toda la guía completa del Alcatraz y su evolución por edades, en vivo y en directo. Desde luego no hay mejor guía o libro de aves que esta, que verlas en vivo y en directo. 
Destacaban por su plumaje negro con esos puntos moteados en blanco brillantes los enormes alcatraces de primer año. Incluso dentro de la misma edad, no todas las aves de primer año son iguales sino que hay diferencias en cuanto a tonalidades, por ejemplo este joven Alcatraz con el plumaje mas claro y mucho mas moteado en cuello y cabeza que el resto de jóvenes de su misma edad que había por el lugar:
 Unos verdaderos "pajarracos" al lado de los nada despreciables gaviones. 
Llama la atención el gran tamaño que tienen y especialmente su voracidad, no dudando en atacar a gaviotas, a los mencionados gaviones y hasta otros ejemplares adultos de su misma especie. Y es que el hambre debe de apretar y más cuando no puedes pescar. Os dejo a continuación algunas imágenes:
Y es con tal de conseguir alimento son capaces de ahogar y "afogar" por el cuello hasta que el otro contrincante vomite el pescado que acaba de ingerir. No hay piedad ni clemencia en cuánto a edades o tamaños, simplemente: es la ley del más fuerte. 
Somos testigos de un espectáculo de lucha, oportunismo, violencia , pillaje y ante todo: mera supervivencia. El poder comer ese trozo de tripa permitirá el aporte de energía suficiente para poder vivir unos días más.
Junto a estas negras aves de primer año también se encontraban cerca ejemplares de segundo y tercer año, en el que su plumaje en líneas generales ya se va tornando más claro, las plumas negras se van convirtiendo en blancas hasta convertirse en ese uniforme blanco níveo tan característico de los ejemplares ya adultos. Posados son mis favoritos, con todo un elenco de colores y matices en su plumaje. Un muestra:
Y en vuelo me quedo con los ejemplares de tercer y cuarto año, con el plumaje ya mayoritariamente blanco , más adulto que juvenil, pero aún conservando algunas plumas negras que los convierten en los "arlequines de la mar".Un verdadero contraste entre el blanco y el negro.
Ajenos a nosotros y al temporal de barra para afuera, los alcatraces se limitaban a descansar en las aguas tranquilas que les ofrece el interior del puerto, de cuando en cuando disputándose los descartes y las tripas del pescado capturado en las redes que los pescadores arrojaban por la borda de sus pequeñas embarcaciones o repasando su plumaje. 
Al verlos llegar desde el aire siempre hay que estar atento para ver la manera brusca con la que aterrizan en el agua, a veces con la cabeza por delante, buceando a ras de agua:
En vuelo son aves poderosas que destacan por su gran envergadura de alas y su dominio de las corrientes de aire, especialmente en la mar. Dentro del puerto con menos margen de maniobra se mueven de una manera más patosa entre los barcos de pesca, aún así imponentes cuando te pasan justo por encima: 
La parte negativa es observar cómo uno de los jóvenes arrastraba en el cuello los restos de un plástico, y es que somos unos auténticos guarros y el mar es nuestro mejor y más grande vertedero. A pesar de esto el bicho se comportaba y se alimentaba con toda normalidad. Alcatraz con "babero":
A esta comida de supervivencia se sumaban ejemplares de otras especies que venían volando desde otros puntos del puerto alertadas ante tanto movimiento y aleteos rápidos. Destacando la variedad des edades y tamaños de los Gavión atlántico (Larus marinus) invernantes. De esta especie destacaría en mis visitas al Puerto de este año de dos ejemplares: un precioso adulto de tamaño considerable que muestra su agresividad y siempre lo he observado sólo, no dejando que se le acerquen ni otras gaviotas. 
Y por otro lado un joven curiosamente de tamaño pequeño para lo que es la especie y que pasa por ser uno de los recientes gaviones nacidos en el Cantábrico. Esto es bastante significativo dado que es una especie en aparente expansión y que solamente ha anidado y criado con éxito en varios puntos de la costa cantábrica y no todos los años. Este ejemplar concretamente está anillado en Vizcaya   
Detalle de la anilla:
Entre el tumulto de gaviotas, gaviones y alcatraces aparecían mientras tanto a su bola y ritmo los bonitos Cormoranes:
Destacando de entre ellos un precioso Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelismo) un adulto con el plumaje verde metálico y su característico moño verde.
Ante esta algarabía se sumaban de cuando en cuando los bonitos Charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis) que a pesar de que directamente no participan en este festín, de vez en cuando llegaban volando patrullando desde arriba en la búsqueda de cualquier pececillo que acuda a su vez al olor del pescado arrojado al agua. Este año parece que hay tres ejemplares invernando dentro del puerto. 
Siguiendo con las aves de menor tamaño metidas en la pitanza, apenas un par de Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) hacían el amago de intentar pillar algo, aunque entre tanta bestia, parecían saber que sus posibilidades eran mínimas. Una de ellas ya con la capucha en la cabeza casi entera.
Finalmente y cuando ya me iba para casa de vuelta a cuidar mi medio gripazo tradicional de estas fechas, llegó la sorpresa del día y casi que del mes. Una preciosa Gaviota argéntea (Larus argentatus) de tercer invierno, ya casi adulta.
Además de llevar un par de inviernos buscando una Gaviota argéntea y concretamente con este plumaje se da la casualidad de que momentos antes hablábamos Pablo Fernández y yo de que hacía mucho que no veíamos alguna de esta especie en concreto y que si localizaba alguna (dado sus conocimientos sobre láridos y su control del Puerto) me avisara para poder tirarle unas fotos si localizaba alguna.
Fueron tan sólo unos segundos y desde el coche, dado que el bicho estaba alerta en una zona apartada y tranquila del puerto y al verme la muy desconfiada se marchó volando. Con esto daba por finalizado el día de Reyes, la cosa al final no se dio tan mal, verdad?
Un saludo y gracias por los comentarios y visitas!!

4 comentarios:

  1. Pues con lo que viste y sobre todo cómo los viste, yo creo que el día de Reyes ya no necesitaste más regalos, compi, ¡menuda fiesta!

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    1. El regalo de reyes pajarero... Mira que se presentaba la cosa aburrida y sosa por allá.
      Un saludo

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  2. Vaya pasada de fotos d alcatraces!!! Y el recopilatorio ese de aves de otros años muy bueno, y la foca también.

    Un saludo desde la vecina provncia de León.

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    1. Hola Martin
      Gracias por tu visita y tu comentario. No creas que es fácil dar con los Alcatraces tan cerca, normalmente los veo lejanos en paso desde un cabo.
      Un saludo desde Asturias!!

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